Zitarrosa Siempre

Zitarrosa Siempre

Disponible en plataformas digitales desde el 31 de marzo de 2021.

Este disco se editó originalmente en 1995, como "Zitarrosa Siempre. Lo Inéditos.", conteniendo grabaciones del Archivo personal del Alfredo Zitarrosa, muchas inéditas en Uruguay y otras inéditas a nivel mundial. En aquel momento la publicación se realizó bajo el sello "Mandinga", una idea a la que había aspirado Alfredo Zitarrosa, y para la cual había adoptado un dibujo creado por su hija Serena cuando era niña.

Este CD fue la primera publicación conteniendo grabaciones del Archivo Zitarrosa, al que le siguieron, en 1998, los diez discos de la colección "Los Archivos Inéditos de Alfredo Zitarrosa.", que desde el año 2020 también se encuentran publicados en formato digital.



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TEMAS:

1. Humor Negro (Por Ansina). Candombe instrumental. 2:46
Autores: Ciro Pérez y Vicente Correa.
Humor Negro fue el título provisorio dado en el momento de esta grabación, que luego fue registrado como "Por Ansina".

2. Menina. Milonga. 4:21
Letra: Washington Benavides. Música: Carlos Benavides.

3. Guitarra. Por son guajiro. 4:00
Letra: Nicolás Guillén.

4. Por los Médanos Blancos. Habanera. 4:36
Letra y música: Manuel Picón.

5. Es Tan Poco. Canción. 3:01
Letra: Mario Benedetti. Música: Soledad Bravo.

6. Niño Christian. Canción. 3:20
Letra y música: Alfredo Zitarrosa.

7. Milonga del Desdichado. Milonga. 4:14
Letra: Washington Benavides. Música: Eduardo Larbanois.

8. Lo Que el Negro Siente (La Guitarra y el Son). Candombe instrumental. 3:11
Autor: Vicente Correa.
Lo Que el Negro Siente fue el título provisorio dado en el momento de esta grabación, que luego fue registrada como "La guitarra y el son".

9. Esta Voz. Canción. 2:52
Letra: Juan Carlos López Alonso. Música: Washington Luzardo.

10. María Pilar. Canción. 4:23
Letra y música: Teresa Parodi

11. Minha Historia. Canción. 2:33
Letra: Paola Pallottino. Música: Lucio Dalla. Versión: Chico Buarque de Hollanda

12. Cuál de Esas Mozas. Canción. 3:40
Letra y música: Alfredo Zitarrosa.

13. Gotita de Licor. Milonga. 2:41
Letra y música: Alejandro Martínez.

14. Coplas del Soltero. Chacarera. 1:50
Letra: José Francisco Rodrígo. Música: Fernando Portal.



FICHA TÉCNICA:

Procesado y masterizado en Montevideo, en noviembre de 1995, por Jorge Iglesias y Miguel Sarli.

Temas 1, 8: Grabados en Buenos Aires en 1976. No hay documentación escrita sobre los músicos, pero según Vicente Correa son: Ciro Pérez (1ª guitarra), Vicente Correa (2ª guitarra), Gualberto López (guitarrón), Pocho Albín y Cacho Tejera (percusión).

Temas 2, 3 y 11: Grabados en Buenos Aires en 1976. Sin registro de guitarristas. Muy probablemente sean Ciro Pérez, Vicente Correa y Gualberto López.

Temas 4 y 6: Grabados en España en 1979. Guitarras: José Luis Peñamaría, Dionildo Velázquez y Alfredo Zitarrosa.

Tema 5: Grabado en México en 1980. Guitarras: Alfredo Zitarrosa y Antonio Aboytes.

Tema 7: Grabación de prueba, Uruguay, 1975. Guitarras: Gualberto López, Ciro Pérez y Vicente Correa.

Tema 9: Grabado en México en 1980. No están documentados los guitarristas.

Tema 10: Grabado en Uruguay en 1986. Guitarras: Julio Cobelli, Eduardo "Toto" Méndez y Silvio Ortega. Guitarrón: Walter de los Santos.

Tema 12: Grabado en España en 1977. Guitarras: Alfredo Zitarrosa y José Luis Peñamaría.

Tema 13: Grabado en México en 1980. Guitarras: Jaime Guarneros, Miguel Guarneros, Antonio Aboytes y Alfredo Zitarrosa. Guitarrón: Jorge Buenfil.

Tema 14: Grabación de prueba, Uruguay, 1966. Guitarra: Oscar "Pajarito" del Monte.






TEXTO INTERIOR DEL CD:

Hace ya casi dos años, cuando la familia de Alfredo Zitarrosa me abrió las puertas de su casa, para complementar el estudio y la investigación que sobre la obra de este gran artista había comenzado unos cuantos años antes, tuve dos motivaciones fundamentales. Por un lado, ampliar al máximo el conocimiento sobre el tema, yendo a la fuente misma: su archivo personal. En segundo lugar, tratar por todos los medios a mi alcance, difundir al máximo toda su excepcional obra. Fueron varias las veces que logré concretar, en parte, esta segunda motivación. Pero considero, si bien me llenan de orgullo, que fueron escasas. Si bien había pasado largo tiempo de aquel enero del 89, por lo menos para mí, y pese a que "me olvidé de olvidarte", su familia aún no estaba preparada para el impacto emocional que resultaría el revolver y reflotar su voz de cientos de cassetes y de decenas de viejas cintas. Sus amigos muy íntimos, incluso, experimentaron sentimientos similares. Algunos de ellos, hasta hace muy poco, no podían escuchar nuevamente una canción de Alfredo. Reconozco: el golpe dado por el destino en aquel verano, fue demasiado grande. También muy injusto. El país todo lo sintió. Y con ese "marronazo en plena frente", no fue la res la que tembló. Temblamos todos. El Uruguay todo tembló. Tembló y lloró. A medida que pasaba el tiempo, sentíamos realmente que nos "hacía falta, que la vida se agitaba nerviosa si no comparecía", y que sus "milongas sangrantes", sangraban cada día más. 
Su familia estaba convencida, desde bastante tiempo atrás, que el Uruguay todo, tendría que regocijarse nuevamente con el trabajo inédito de Alfredo. Pero, a decir verdad, no podían escuchar prácticamente nada de él. Fue entonces que, con esfuerzo, es verdad, pero con gran emoción y con mucho más de agradecimiento a su familia, durante casi dos años, se ordenó, clasificó y seleccionó un impresionante archivo sonoro, que al igual que su creador, viajó sin pasaporte, cruzó océanos, recorrió países, testimonió riquísimas vivencias del cantor, y que, en definitiva, documenta una tarea artística profesional, que creo y estoy seguro de no equivocarme, no tiene parangón en nuestro país. El resto se deduce. Hoy todos podemos disfrutar nuevamente su exquisita poesía y su magnífica voz. Ambas, desde hace tiempo, son patrimonio cultural de este país. 

Este CD que hoy se edita es un primer adelanto de la tarea detallada anteriormente. Prometo que, para bien de todos nosotros, habrá más. Mucho más. De los catorce temas aquí presentados, uno fue incluido en una edición uruguaya, como gesto solidario del intérprete con la organización PIT-CNT, cinco son inéditos en Uruguay, y ocho son inéditos a nivel mundial. De estos últimos, seis son primicia absoluta, incluso para los grandes conocedores de la obra de Zitarrosa. Si Alfredo presentara este disco, agradecería, como siempre hizo, a los autores de las canciones, a los sonidistas, a los técnicos de grabación, a los músicos, y a todo el personal que, actuando en equipo, logró editarlo. Quizás en nombre de él, sin pretender ser irreverente, y por supuesto en nombre de su familia, se los agradezco. En especial a Jorge Iglesias y Jorge Possi, por su profesionalidad e idoneidad, que hicieron posible "recuperar" varias canciones, tan nítidas y tan claras, que parecen recién grabadas. Vaya el agradecimiento, además, por el particular cariño con que abrazaron la tarea. Claro: ¡qué uruguayo no le tiene cariño a Alfredo Zitarrosa. Debo detenerme, en especial manera, en mencionar como corresponde, la tarea técnica - casi mágica- del Sr. Jorge Iglesias. Sin sus conocimientos técnicos, y su tecnología de última generación, parte de este material no hubiera sido posible editarlo. Pero además, y en discordancia (¿o concordancia?) con esa tecnología de punta, un casi obsoleto equipo suyo, hoy en desuso, se llevó las palmas de quienes participamos en el trabajo. Solamente él, deslucido, con varias "heridas" de óxido, y sin ningún complejo de inferioridad ante sus sofisticados y modernos parientes lejanos, brillantes y copetudos, pudo recuperar canciones grabadas en cintas de su generación, inexistentes desde hace 25 años, los otros equipos, -tal vez su modernismo les impida regocijarse con el pasado-, no pudieron competir.

No exagero si digo que todos los uruguayos, de manera directa o indirecta, nos sentimos identificados, por lo menos, con alguna canción de Zitarrosa. 

Es que Alfredo cantó, sobre todo, al Uruguay y su gente. A nosotros nos cantó Zitarrosa. Pero no sólo nos cantó. Cantó y amó al Uruguay. Le cantaba porque lo amaba. Y porque lo amaba, sufría. Su mejor demostración de amor, fue su canto; a veces, su canto era sufrido.

Por eso considero justo, que en este disco, todos, absolutamente todos, le debamos agradecer expresamente a Zitarrosa. Precisamente a él, que con su modestia y humanismo, tantas veces huyó del halago. 

Y cuando digo todos, me estoy refiriendo al Pueblo Uruguayo. Ese mismo pueblo al que tanto amó y cantó, al que le solicitó -en una actitud sin precedentes-, "poder volver a cantar en nombre de su tierra", que se emocionó como pocas veces el 31 de marzo de 1984, y que tembló y se paralizó el 17 de enero de 1989. 

Ese mismo pueblo, hoy le dice una vez más: 

GRACIAS MAESTRO, GRACIAS ALFREDO. GRACIAS POR TU CANTO Y TU POESIA. GRACIAS POR TANTO AMOR, ... AMOR SIN DUDA. 

Permítanme, en nombre de todos ustedes, que desde hace tiempo lo han ubicado en la inmortalidad, lugar al que pocos elegidos tienen acceso, así expresado.

Eduardo Erro



CONTRATAPA DEL LIBRILLO DEL CD:

Este lanzamiento es un evento único en la música popular de nuestro país, por tratarse del descubrimiento de cintas inéditas hasta hoy en su Uruquay de nuestro máximo creador: Don Alfredo Zitarrosa. Una leyenda envuelta en la magia del cariño popular; cariño conquistado con el enorme talento de quien sigue siendo -aún hoy- voz compañera y referente obligado para la canción uruguaya toda.

Esta leyenda, sustentada en esas canciones que son parte integral de nuestra identidad cultural, se ve acrecentada con la aparición pública de este puñado de temas, algunos suyos, otros hechos propios en su personal interpretación.

Varias de estas canciones ya habían circulado en cintas pasadas de mano en mano por fanáticos seguidores de Alfredo, que tanto contribuyeron a mantener viva la leyenda en tiempos difíciles. Para el gran público, son los inéditos de Don Alfredo Zitarrosa por primera vez a su alcance. De estas cintas, rescatadas técnicamente por el maestro Jorge Iglesias, no cabe esperar la magnificencia técnica del presente. Pero si su sonido no alanza el standard de las de hoy, su alma roza lo sublime. Porque aquí está atrapada, el alma de Alfredo: cantor, poeta y uruguayo eterno. 













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